La historia está narrada en primera persona por Martina y Pablo, aunque la mayoría de todo lo que sucede a lo largo del libro, nos lo cuenta ella. En principio, vemos a una Martina un tanto diferente a las antiguas protagonistas que ha ido creando Elísabet Benavent y es que ésta es una “cyborg”, como la llaman muchos de sus seres queridos de forma cariñosa, ya que no deja entrever sus emociones, ni tiene muchas muestras de cariño, y sobre todo, necesita tenerlo todo controlado. Su gran sueño es ser una gran cocinera y admira mucho a Pablo Ruiz, el chef del momento.
Pablo, como decía al principio, es todo lo contrario a Martina. Lo vive todo muy intensamente, muestra siempre lo que siente, ya sea bueno o malo, viste de forma algo estrafalaria y como dice él muchas veces, está enamorado del amor. Tiene un genio demasiado explosivo, pero en el fondo tiene un gran corazón.
Pero la historia no se centra solo en ellos dos. Como ya hizo la autora con la saga de "Valeria", gracias a Martina conocemos también la historia de otros personajes, como son Sandra, Amaia y Javi, amigos de nuestra protagonista.
Y una vez más, no me queda otra que felicitar a la autora por ese final tan inesperado que me ha dejado con la boca abierta, ya que en ningún momento, sobre todo en el momento de la historia en la que me encontraba, me lo esperaba. Queda perfecto para correr y coger el segundo y último libro de esta bilogía.
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