Amor y virtud nos cuenta la historia de los Becker, una familia numerosa cuya situación no es nada fácil: la convivencia familiar es bastante complicada, por no hablar de la precaria situación económica en la que se encuentran. Y es que nos encontramos con unos padres que tienen que hacerse cargo de cuatro hijos y de una sobrina a la que se vieron obligados a adoptar.
El gran protagonista de esta historia es Jake Becker, un hijo demasiado rebelde y conflictivo que no hace más que empeorar la situación. Por otro lado, tenemos a su hermana Zane y a la mejor amiga de esta, Arabia; dos chicas honestas y responsables que debido a su inexperiencia se meterán en más de un lío. También conoceremos a Derek, el hermano mayor y a su vez el orgullo de la familia.
Conoceremos bastante a estos cuatro personajes tan diferentes entre sí a lo largo de toda la novela, lo que nos dará cuatro puntos de vista del mundo y de la vida de la misma. Dejando de lado a nuestros protagonistas, tenemos a un montón de personajes secundarios que no se quedan de lado, aportando mucha más acción a la trama.
En cuanto a la trama, a pesar de que puede parecer sencilla, no lo es y es que nos encontramos con cuatro hilos argumentales. Es todo un logro que la autora haya sabido conectarlos de forma tan exitosa.
Pero no todo va a ser bonito, debido a que a consecuencia de la multitud de personajes y tramas me costó conectar con cada personaje e historia, llegando a creer que no había conectado con ninguno del todo. Caí en la cuenta de mi error cuando días después de acabar el libro seguía pensando en los personajes.
En resumen, una novela de personajes y de sentimientos. Un muy buen inicio de trilogía que te hace querer coger el segundo libro de inmediato para saber más de estos personajes.
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