Kvothe, el protagonista principal nos empieza a contar la historia de su vida desde que, cuando era un niño de unos 11 años se cruzó en el camino de los Chandrian. En una pequeña posada Kote (como se hace llamar ahora para pasar desapercibido) le empieza a narrar su historia a Cronista, un escritor que va en busca de las hazañas del gran Kvothe. Finalmente Kvothe accede a contarle su historia, con la condición de hacerlo en el transcurso de tres dÃas.
Recuerdo que las cien primeras páginas se me hicieron un poco pesadas porque era todo descripciones de lugares, costumbres, pero en cuanto empiezas a meterte un pocoen la historia tienes que acabártelo si o si, es un libro que te engancha y que no puedes dejar para "luego".
Que decir de los personajes, son increÃbles, al leer los nombres te puede parecer que va a ser difÃcil recordarlos pero eso no pasa para nada, a pesar de la cantidad de personajes secundarios que hay el lector es capaz de acordarse de cada uno de ellos. Los amigos y enemigos de Kvothe, Ben, sus padres, los maestros de la universidad. Todos ellos con personalidades muy distintas y caracterÃsticas, lo que hace más fácil su identificación. Y por supuesto está Kvothe, del que me enamoré nada más empezar a leer su historia, es inteligente, curioso, un gran músico y muy intrépido lo que hace que cada dÃa sea una aventura, ya que siempre se está metiendo en lÃos. En cuanto le empiezas a conocer mejor sabes que al salir de un problema se meterá en uno más grande sin pestañear si quiera.
Sin duda este es, ahora, uno de mis libros favoritos, que podrÃa leer una y otra vez ya que la historia es increÃble, una de las mejores que he leÃdo.
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