Pero su vida da un giro completo cuando viaja a Inglaterra para supervisar la reforma de la vieja mansión en la que J.M Barrie escribió Peter Pan.
En Inglaterra se reencontrará con su vieja amiga Sarah, que fue como una hermana para ella pero que a medida que han ido creciendo se han ido distanciando. En su breve estancia en Inglaterra aprovecharan para ponerse al dÃa y recuperar asà la amistad que las unió tan intensamente.
Poco a poco Joey se va encontrando a sà misma, y eso es gracias a que conoce a las chicas del Club Femenino de Natación J. M. Barrie, un grupo de cinco octogenarias que, además de la amistad que mantienen desde jóvenes, comparten una extraña costumbre: bañarse todos los dÃas del año en las aguas de un lago cercano, haga un buen dÃa o este nevando. Estas sirenas de carne y hueso, ayudarán a Joey a descubrir que para hacer feliz a los demás hay que empezar por serlo uno mismo.
Es un libro que merece la pena leer, se hace muy ameno y entretenido, pero lo verdaderamente importante es el mensaje de esperanza que está oculto entre sus páginas; no importa lo mal que lo estés pasando, si has perdido a un ser querido, te han traicionado o acabas de salir de una relación con una ruptura muy dolorosa.
Lo que nos transmite el libro es la alegrÃa de vivir, la fuerza de voluntad que supone levantarse una y otra vez. Siempre va a haber una segunda oportunidad que nos permita volver a encontrar nuestro camino.
Las sirenas del invierno es un libro precioso y muy sencillo. Una historia que recomiendo a todos aquellos que quieran desconectar un poco y leer un libro que no relate solo una historia de amor, sino también una historia cargada de emociones y sentimientos.
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