Jojo Moyes, con su exquisita técnica, nos presenta a la extravagante Louisa Clark, futura cuidadora del tetraplégico William Traynor, quien está harto de vivir esa vida que le había sido cambiada injustamente. Lou se pone la meta de conseguir que Will encuentre un motivo para vivir, puesto que desea morir en seis meses en una institución habilitada para la eutanasia.
Puede parecer que es un libro dramático, de estos en los que se narran las dolencias y las cosas pesimistas de la vida; sin embargo, es todo lo contrario. Jojo Moyes trata de darle la vuelta a todo este estereotipo con nuestra maravillosa Louisa, que por cierto es uno de los mejores personajes literarios que he leído; es única, tiene muchos matices y es, básicamente, especial. Del mismo modo, debo hablar de Will, nuestro débil e inservible Will; la autora se mete en la piel de este sarcástico tetraplégico para narrar todas las emociones y sentimientos que alguien así puede tener. Ambos protagonistas me parecen muy trabajados, esencialmente detallados y asombrosos.
Me ha resultado un libro fantástico, ya sea porque no pude siquiera dejar de leer hasta que se me acabaron las páginas. Se merece lo mejor: una oportunidad. Os aseguro, pase lo que pase con Will y Louisa, que no os arrepentiréis.
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