En este libro nos encontramos con la historia de Conor, un joven de trece años que no está pasando por el mejor momento de su vida, debido a que su madre padece cáncer y está intentando superarlo a través de unos tratamientos. Pese a que su madre intente fingir que todo sigue como antes, Conor, en su interior, sabe que no es así y se miente a si mismo. Entonces, un día un monstruo se acerca a su casa dispuesto a ayudarlo en ese momento tan complicado.
A mi la historia me llamó la atención desde un principio, puesto que me parecía de lo más peculiar y así ha resultado ser. En esta historia nos encontramos una mezcla de la realidad y lo sobrenatural a través de símbolos constantes. Se podría decir que el monstruo es la personificación de la conciencia del protagonista y su aspecto de tejo podría simbolizar la esperanza, puesto que el tejo se suele usar en medicina para combatir el cáncer.
A través de la prosa del autor somos capaces de introducirnos en el universo del joven sin ningún esfuerzo. Somos capaces de sentir como su mundo se va hundiendo poco a poco, como la llama de su esperanza se va apagando sin que se moleste en evitarlo. Yo personalmente he estado a punto de llorar y eso que yo no suelo hacerlo.
Otro de los personajes que me ha gustado es la abuela de Conor. En todo el libro parece una persona muy distante, como si no tuviera nada que ver con su nieto, pero finalmente los dos se percatan de que tienen que luchar por lo que más quieren: por la madre de Conor.
En resumen, es un libro que me ha hecho sentir un montón de sensaciones en doscientas páginas. Yo se la recomiendo a cualquier lector, puesto que es una historia sencilla, pero que a la vez te enseña que en la vida pasar página y decir la verdad es lo más importante.
Nerea Gastesi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario